Muchos se preguntarán cuál es la mejor cantante mexicana, la más completa y la más extraordinaria. Mi respuesta: Flor Silvestre. Y este disco de 1973 lo confirma. "La onda norteña de Flor Silvestre" (Musart D1613) es el primero de sus dos álbumes de música norteña. Este género (al igual que la ranchera, el huapango, el bolero y otros que ha grabado) le queda como anillo al dedo a su voz y estilo gracias a la impresionante frescura de sus cuerdas vocales y a su personalísima manera de expresar la letra de un tema. Flor ha sido y es única en la historia de la música mexicana. Todas las canciones de este álbum son excelentes en cuanto a melodía y letra, y al ser interpretadas por la voz mexicana más acariciante y sentimental, cada una es una auténtica joya. Hay dos composiciones de Cornelio Reyna y cinco de Margarito Estrada, entre otras canciones también magníficas. El acompañamiento es un conjunto norteño que nos convence que es el complemento perfecto al instrumento natural de nuestra admirada cantante guanajuatense en un disco de este género. En 2008, Musart reeditó 10 canciones de este LP en el lanzamiento digital "Ni los pleitos". Este disco es uno de mis álbumes favoritos de todos los tiempos. Para mi gusto, la canción norteña se oye más hermosa en la voz de terciopelo y emoción, la intérprete más versátil de la canción mexicana: Flor Silvestre.
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