¡Lunes de LP! En 1966, José Alfredo Jiménez grabó su eternecedora composición “Arrullo de Dios”, un tema muy inusual dentro de su repertorio debido a que es una fusión entre la canción ranchera y la canción de cuna (esta melodía llegó a ser el tema principal de una película de Libertad Lamarque). Una década después, en 1977, Flor Silvestre la incluyó en su álbum Arrullo de Dios (Musart EDM 1709). Al parecer, Flor es la única de las grandes cancioneras del género ranchero que grabó este tema y lo cantó con tanto sabor y sentimiento que su versión es verdaderamente inigualable. Ella también llevó esta canción al cine, en la película Mi caballo El Cantador, en donde se la canta a Pepe. “Ausencia” es una canción de autor desconocido que, interpretada por Flor, también es una grabación muy bella. Miguel Ortiz Reyes, un compositor al que Flor le grabó varios temas en el álbum anterior, escribió “Ya para qué regresar”, “Tres noches” y “Quién pudiera saber”, tres canciones de gran hermosura, compuestas para que las cante una gran intérprete como lo es Flor. “Quisiera”, de Guty Cárdenas, ya lo había grabado Flor para su segundo disco de boleros, pero en esta ocasión lo vuelve a interpretar en una versión más acústica, más personal. De Juan Záizar, grabó “Mar de penas” y “Dolor de soledad”, dos de las mejores (y en aquel entonces, recientes) canciones de este compositor jalisciense, en las que Flor vierte todo su amor y pasión por las rancheras. Desde mediados de los cincuenta, Flor ha demostrado que es la más fiel y honesta intérprete del trovador de Tamazula de Gordiano. Completan el disco el lindo tema “Volverte a ver”, del rejoneador español Rafael Peralta Pineda, así como la canción tradicional “La palma”, una de las interpretaciones más populares de Flor. Este disco de larga duración es uno de los álbumes más sentimentales de Flor Silvestre, y un auténtico tesoro para aquellos que nos gusta la música interpretada por nuestra expresiva y extraordinaria artista guanajuatense.
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